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Channel: aborto – Fuego amigo
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El aborto, en su contexto

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Las cosas no son siempre lo que parecen, como bien ha quedado demostrado estos días. Y si no, que se lo digan a Fidel Castro que dijo lo que no dijo; o a Zapatero, que hirió los sentimientos sindicalistas de Cospedal, esa defensora de la causa sindical, con su referencia a la figura del parado: “cuando se está formando, está trabajando para su país”, dijo el presidente en Oslo, ¡con la que está cayendo!

Queda claro que en el contexto está la clave. Si analizas las famosas palabras de Cristo “yo soy el que soy” fuera de contexto acabarás preguntándote cómo alguien tan simple pudo tener tantos seguidores tan listos. Es como el viejo asunto de los muertos en carretera: el 25% de los fallecidos en accidente no llevaba puesto el cinturón de seguridad. Nunca falta quien lo interpreta como la demostración de que lo peligroso es llevar abrochado el cinturón de seguridad… pues el 75% de los que perdieron la vida lo llevaba correctamente abrochado, y de nada sirvió.

Así que cuando me enteré de que el número de abortos había descendido en 2009 por primera vez en España desde 1985, el año de su legalización, me asaltaron varias preguntas. ¿Se folla menos hoy que en 1985? ¿Hay muchos más homosexuales? ¿Utilizamos más el condón de seguridad? ¿Está funcionando por fin la educación sexual en la escuela?

En el ministerio de Sanidad lo achacan a la utilización de la llamada “píldora del día siguiente” (bueno, ellos siguen diciendo lo del “día después”), a pesar de que muchos farmacéuticos fundamentalistas se niegan a expedirla porque la consideran un arma para matar cigotitos, con su almita asignada ya por el Creador veinticuatro horas antes.

Aunque yo creo, lo digo por experiencia propia, y en secreto, que la respuesta correcta es que hoy se folla mucho menos que en 1985.

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Meditación para hoy:

Hoy celebran, una vez más después de 600 años consecutivos, el Toro de la Vega en Tordesillas, sin que ninguna autoridad quiera o pueda impedirlo. Ese toro que muere alanceado y desangrado, después de que una muchedumbre lo acose a pie y a caballo. Ayer entrevistaban en televisión a los vecinos, orgullosos de su tradición (cuando escucho la palabra tradición me dan ganas de echar mano de la pistola) explicando que es una fiesta “muy bonita”. Es lo más inteligente que les escuché, después del argumento, también tradicional, de que los antitaurinos también comemos carne de pollo, de cerdo y de ternera.

Ellos lo ven muy bonito porque lo contemplan en su contexto. Los demás somos unos bandarras incapaces de comprender la belleza de un toro desangrándose, después de haber sido torturado, porque observamos las cosas descontextualizadas. A ver si os enteráis.


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